EL SEÑOR FLIX... EXISTE!
Cuando dices que te vas de viaje con tus dos primos y "el señor Flix" a Sudafrica, el ultimo personajillo suena a amigo imaginario, o como mucho a un ratoncito-mascota al estilo del que aparece en la peli de Tom Hanks "La Milla verde".
Sin embargo el señor Flix no puede ser mas real, aunque en las salas de embarque sea esquivo y huidizo, y desaparezca como por arte de magia con su camara de fotos entre las manos.
Ayer estuvimos de "expedición" en el centro de Johannesbourg, y en todo el tiempo no vimos ni a un solo blanco excepto a nuestros propios compañeros.
No tenemos ningun problema con eso, si bien no se me ocurre ahora mismo ninguna situacion en la que puedas sentirte mas "diferente".
Nos estuvimos un buen rato, y parte de el paseamos por la calle tranquilamente, sin prisa, y al menos por mi parte, sin abandonar en ningun momento una sensacion de calma tensa.
Finalmente, cuando un hombre se nos acerco para pedirnos unas monedas, y tras recibirlas dijo que tuvieramos cuidado porque aquello estaba lleno de ladrones y maleantes (junto con unos cientos de "God Bless You"), decidimos terminar nuestra aventura en el centro de Johannesbourg.
Por la tarde-noche visitamos el casino de la ciudad, muy al estilo de las Vegas, y cenamos bajo un increible cielo artificial en una extraordinaria imitacion de una calle de Roma.
Hoy por la mayana dejamos el hotel y tambien Sudafrica. El conductor que hoy nos lleva al aeropuerto es bastante mas simpatico que el capullito de ayer, un blanquito soso al que no se le entendia nada. Como dijo el señor Flix en una frase brillante, menuda diferencia entre este y el de ayer, como del blanco al negro, muy acertado teniedo en cuenta el color de la piel de nuestro simpatico conductor de hoy.
Hoy volamos a Namibia, nos adentramos en Africa....

Kavra.